En diversos estudios y tras haber analizado el crecimiento de la morosidad durante los meses de verano con diferentes administradores de fincas, todos coinciden que durante la época estival, principalmente en los meses de julio y agosto, se produce un impago masivo de los recibos de estos meses por aquellos propietarios que no tienen sus recibos domiciliados.

Los administradores creen que se debe por tres motivos: El primero de ellos es cuestión simplemente de cambio de residencia. En estos meses muchos propietarios se desplazan para disfrutar del buen tiempo en sus segundas residencias, chalets ó apartamentos mayoritariamente, donde compaginan el trabajo y actividades de ocio. Este hecho implica muchas veces que no tengan oficina bancaria cerca, y que por tanto, demoren el pago de dos meses hasta la llegada de septiembre. Si la estancia en estas residencias se prolonga hasta octubre, nos encontramos con impagos de tres meses: julio, agosto y septiembre.

El segundo se debe a que se produce un incremento de gasto en las familias durante el verano. Esta situación implica la modificación de prioridades en los pagos de una casa. Reincidentemente, los gastos de la comunidad de propietarios pasan a posiciones más retrasadas, por lo que se sitúan por detrás de pagos como salidas a restaurantes, actividades de ocio, etc.

Y en tercer lugar, nos referimos a que por circunstancias del ser humano, en meses como julio y agosto, centralizamos nuestra mente y pensamiento en modos de pasarlo bien, dónde ir este verano, con quién quedar los días de vacaciones, dónde ir a bañarnos, en qué restaurante comer, etc. Por esta razón, si el administrador de alguna manera no refresca la obligación de pago de los recibos de la comunidad, estos son olvidados. Lógicamente, esta labor supone un trabajo extra de esfuerzo durante estos meses, en los que en muchos despachos de España se minora el personal o incluso se cierra por algunas semanas.

En cualquiera de estos tres casos, y ya habiéndose producido un porcentaje alto de impago, es común en todos los administradores de fincas, la reclamación de saldos pendientes de propietarios durante el mes de septiembre con el fin de poner al día la partida de morosidad. Esto ha supuesto y supone muchas llamadas de teléfono y cartas. Sin embargo, existen despachos que ayudados de software donde los propietarios son informados de forma automática y diaria, este arduo trabajo queda reducido a nada.

De hecho, preguntando a propietarios de diferentes comunidades de España sobre qué puntos son los más importantes o más valorados por ellos en la gestión de su comunidad, existe una gran coincidencia. A nivel general, el estar bien informado desde todas las perspectivas: económica, actas, recibos, etc, ocupa el primer puesto por excelencia. En segundo lugar, la rápida respuesta frente a cualquier incidencia.

Si nos centramos en la información que demanda el propietario, hemos detectado que existen tres datos que se repiten en la gran mayoría de casos:

  • Su deuda con la comunidad, lo que se conoce como el saldo de sus viviendas.
  • El importe de morosidad que existe en la comunidad.
  • El dinero o importe bancario disponible en las arcas de la comunidad.

 

En un segundo plano, hay coincidencias sobre avisos o alertas, es decir:

  • Saber cuándo se celebra una junta general.
  • Saber cuándo tengo que pagar el próximo recibo.

 

Por último, se refiere a archivo de documentación:

  • Contratos de proveedores y sus datos de contacto.
  • Póliza del seguro.

La nueva situación refleja una mejora en la gestión de los despachos y los administradores están convencidos de que aquellos que puedan distribuir toda esta información de manera rápida y sencilla con el uso de las nuevas tecnologías van a conseguir una ventaja competitiva y un mayor reconocimiento en el mercado. Lo que desemboca en un mejor posicionamiento frente a la captación de clientes.